jueves, 20 de octubre de 2011

Comencemos hoy hablando de libros, y de libros de gatos.
En las estanterías de mi casa hay algunos, en mi memoria muchos más. Libros donde los gatos, reales y ficticios, las mascotas en general, son protagonistas.
Yo no sé cuando quise concretamente traer un azul ruso a mi vida. Pero sé que este libro y Marlene tuvieron mucho que ver.



Igual que sé que su lectura y el deseo de 'inmediatez' se corresponde con este periodo en La Rioja.
Tedi y Crisvir siempre me recordaron a esta raza. Algo en su caracteres más que en sus lineas, algo que tiene que ver con la forma en la que me marcaban, igual que hoy lo hace Ron, en el hecho de que si podían durmieran conmigo y me reprocharan la ausencia o la despedida... Crisvir aún te recuerdo impresonada; otro día os cuento.
Volviendo al libro, merece la pena si tenéis posibilidad, disfrutarlo. Y me atrevo a afirmar que volveréis a él como un@ vuelve a las chuches, deleitándose desde que las recuerda, las consigue y finalmente las saborea. Es una delicia.
Y dejo para terminar una poesía que nació de mezclar su recuerdo y otras vivencias, que ya si eso otro día también os cuento...

BIXO ZALAMERO

Érase de un bicho zalamero
Medio gato medio perro
De grandes bigotes malvas
Y rabo de terciopelo

Que meneaba sus andares,
Contoneo y gran salero
Por una calle sin nombre
Pero con luna y dos espejos.

‘Marramiau, guauguau’
Cantaba a compás del viento
Que peinaba su pelo rubio
Entremezclado de sueños:

‘Marramiau, guaugua,
Luna de los cuatro cielos,
Que alumbras calles sin nombre,
¿Quieres que te cuente un cuento?’

Y la luna resabida de tantas historias
Y de todos los cuentos
Desde el cielo y con un guiño
Le hizo llegar este beso:

‘Vamos, bicho zalamero,
Empieza ya, presto, presto’


Eva
25.02.07

martes, 11 de octubre de 2011

Me nacieron vasca

Así es, vasca. En lo alto de una colina y oliendo a mar, seguro, porque a mar se huele desde la Resi de Sanse muchos dias. Ahora se llama Hospital Donostia, creo; en mi casa, siempre se conoció por la Resi. Y como de hablar de mi casa, mi vida, mí, se trata, pues eso, la Resi.
Y vasca.
Me nacieron vasca y me crecieron vasca, porque mis padres mantuvieron el trabajo y han hecho prácticamente 50 años de su vida en el mismo trocito terruño. Y naciendo y paciendo en el mismo sitio, además de ciudadana del mundo y habitante del universo, ser ser, soy vasca. Mis hijos también son vascos. No, amatxo, riojanos. Ah, vale, que llevamos casi 8 años rodando por aquí.

Crecí y por tanto fui al cole en los años aquellos en los que el euskera, vasco o vascuence no era sagrado pero andaban los plutócratas sentando las bases y los carretones de dinero precisos para ello. Y seguramente fue por eso, por empezar a sentirlo como una imposición en el centro de un corazón giputxi, que mi yo se rebeló. Y seguramente fue por esa otra parte romántica de mi malhadado giputxi corazón que no pude ni puedo ni quiero soslayar como parte de mí los ecos en el bosque, la textura del musgo, la humedad cuajando de gotas los helechos, las ásperas cortezas de árboles con siglos inscritos en sus troncos, el olor a madera y la tierra manchándonos las manos, el frío de los dólmenes, la piernas agotadas de correr arriba el monte y finalmente el estruendoso batir de las olas, y arriba sempiternas las nubes grises y el graznido de alguna gaviota. Con todo ello corriéndome por las venas no puedo dejar de escribir Tedi Katuaren Txokoa en vez de La Esquina del Gato Tedi porque sería menos yo de lo que yo soy y escribo en abierto para mostraros lo que soy, ni menos ni más.
Y el viejo Tedi es una vez más la imagen de esta entrada.
¡¡Salud!!

jueves, 22 de septiembre de 2011

Ejercicio de Escritura Automática

Ejercicio, el siguiente que no se ajusta con exactitud a la definición que podéis encontrar de dicho término en interné. Tiene, como ya habéis apreciado, comas, puntos y hasta sugerentes pausas... pero sí se ajusta a lo que yo siempre he entendido por el término y en definitiva por Escribir (hay palabrOs que si no se escriben con mayúscula...; ya en otra entrada os cuento): automática, la satisfacción de una necesidad, un placer, un desahogo del pensamiento, un boceto del alma, raudo y libre... Además es éste un blog con el sello de ''personal'' en cada una de sus letras, por eso aún más me lo permito.
¿Para qué escribís? Para que me lean. Y bajo esa premisa de darle gusto a ojo y oído lector, el mío en primer momento, tecleo.
Así es que no quiero hacer un cuaderno de bitácora triste, antes bien, pero habrá días grises y el gris no siempre será perla: como cuando el pasado comencé a escribir la entrada ''Algo que escribí el día que Tedi se fue'', a día de hoy pendiente aún de publicar.
Una foto del viejo Tedi y mi dulce Misha.
¡¡Salud!!

viernes, 16 de septiembre de 2011

Tedi katuaren txokoa, un nombre complejo para un espacio sencillo

Tedi katuaren txokoa, la esquina del gato Tedi.
Os cuento en esta entrada el principio de este nombre.
El principio fue Tedi.
Tedi, mi primer gato. No el primer gato de mi vida, y afortunada y maravillosamente ni mucho menos el último, pero sí mi primer gato.
Tedi era el gato de Toni, cuando le conocí. Pero luego pasó a ser el mío o yo suya, porque como ya sabéis, los gatos nos adoptan y no al revés.
No tengo muchas fotos de él. Y las que tengo las escaneo para esta oportunidad. Están en ese 'antiguo' formato papel; al fin, pertenecen a la primera parte de mi vida. La vida del lápiz y el papel, la vida de antes del ordenador y del divorcio, o de antes del divorcio y del ordenador, tanto monta...
Era un gatazo negro, brillante azabache de ojos verdiamarillos y pelo semilargo. Una  pequeña panterita casera. Siempre he creido que en su ADN convivían común europeo, siamés y azul ruso...
Digamos que al principio se celó y no hicimos demasiadas buenas migas. Creyó seguro que invadía su territorio, su cama, su dueño pero no pasó mucho tiempo antes de dormir en mi tripa, arañar únicamente mi lado del colchón para que me levantara a peinarle y darle el desayuno y maullar indignado cuando volvía a casa después de algunos días trabajando fuera.


¡Siempre es duro recorrer el álbum de fotos de tu vida!. Ya me quedé sin fuerzas para más hoy... Salgo.
Esto todo es en tu recuerdo, mi pequeño gran amigo.
Sé que vives conmigo desde hace más de diez años con otra forma y la misma energía y mala leche, pero a veces te añoro así, gatuno y felino. Sigues sacándome de mis casillas y sigues dándome tanto amor. Te quiero, cariño.
Mamá.
¡¡Salud!!

jueves, 15 de septiembre de 2011

Acerca de este nuevo espacio:

        Digamos, por ejemplo, que este es un espacio para escribir acerca de gatos, de perros, de niños y otras muchas inquietudes varias; en definitiva, un espacio para escribir acerca de las historias y las cosas más hermosas de mi vida.
Reseño esta primera entrada con la foto de Khaleesi KATIUAK *ES 2011, la última peque que se fue ayer de nuestra casa y dejo para más adelante contaros su historia.
¡¡Salud!!