La Vida Siempre Se Abre Paso

La Vida siempre se abre paso.

Ésta es una máxima que como persona y vieja estudiante de Biología tengo más que constatada. La Vida tiene afán de permanecer. Todas las gestas diarias de supervivencia que nos emocionan son la manifestación más cercana de este principio.

Pero con respecto a nuestros animales de compañía, me van a permitir en adelante, 'mis peludos', tenemos además un compromiso de responsabilidad inexcusable e ineludible. Y mis peludos son hoy Lucca, Ron, Zuri y los pequeños ositos azules que han nacido y van a nacer en nuestra casa porque yo lo he facilitado.

Si siguen mis diferentes posiciones virtuales en las redes sociales, verán con asiduidad que comparto, difundo, retuiteo 'casos' concretos, eventos más amplios y días de concienciación sobre la problemática social que generan abandono y maltrato animal. En cada una de esas caritas recuerdo a mis propios peludos y renuevo mi compromiso para con ellos: hacer cuanto esté al alcance de mis posibilidades para que tengan una vida feliz en el seno de familias que los cuiden y los quieran a partes iguales.

Por eso el tiempo que en la entrada anterior llamaba 'Dulce Espera' va acompañado de grandísima inquietud y actividad muy importantes. Éste es el tiempo en el que saldrán de mis dedos todas esas entradas que tengo pendientes: Admiral de Natalia, la fantástica llegada de Ron a mi vida, la maravilla que fue Zuri cuando mi mundo se estaba viniendo abajo (una vez más: un nuevo renacer, mi niña) y todos los peluditos con los que me han bendecido desde entonces, 2010, 2011, 2012 y, cruzo los dedos, 2013, con todas sus luces y sus sombras, para tatuarme una vez más en carne abierta que la Vida siempre se abre paso pero que es increíblemente frágil y un milagro que precisa toda nuestra atención y respeto.

                                                                  15/04/2012, Primera foto de KATIUAK' ES 2012