Happy hour

Cuando los niños son pequeños, la happy hour, la hora feliz, es ésa en la que ellos están acostados y ¡por fin! dormidos. Es ese ratito en el que por fin aunque aún esté el televisor encendido parece que se hace el silencio. Ese pequeño momento, ese respiro en el que igual simplemente te sientas en el sofá y ves el caos a tu alrededor, de tareas pendientes, cosas por recoger, ordenar, etc. y no importa, la mente se para un instante y respiras. E igual, si compartes la vida con una pareja, te da tiempo para una sonrisa y una charla tranquila antes de seguir...

Ahora que los niños son grandes y sus jornadas empiezan y acaban mucho más tardes que las mías, mi happy hour es otra. Es ese ratito por la mañana, especialmente en los días en los que no hay prisa porque ni yo ni nadie tiene que ir a trabajar, en el que no importa el tiempo que me pase con los gatos. Y si coincide que hay bebés, entonces ya ni os cuento. 

Ahí sí suelen levantarse todos los de la casa y pillarme con las manos en la masa, digo, en el pelo, 😹

Y así terminó nuestra happy hour del domingo, 😻😻😻😻😻