jueves, 28 de enero de 2021

Planes para este 2021

 Va a ser un gran año azul.

Cuando alguien me pregunta sobre nuestra labor le invito a conocernos, a saber más sobre KATIUAK *ES y nuestros planes futuros, escribiendo a nuestro correo juliaalonso3@gmail.com

En esta entrada, quiero desgranar alguno de los planes para este año, cruzando los dedos.


Para el próximo celo de Hasi, en unos pocos días, dejaremos que Ron y ella vuelvan a estar juntos y esperemos que l@s nuev@s KATIAUK *ES, hij@s de Hasi y Ron, nazcan como hasta ahora, hermos@s y fuertes, durante el mes de abril. Así las cosas, l@s entregaremos entre julio y agosto.

Luego tenemos a la preciosa Oki, creciendo a toda pastilla

Veía ayer un vídeo de nuestra trastito pequeña, Nahieraduna KATIUAK *ES 2020, Mrs. Tilly, jugando con su hermano mayor, Gauduna KATIUAK *ES 2015, Blue. Y ese vídeo acaba con ella adoptando la típica postura para el macho la monte. ¡Aún no ha hecho los cinco meses! Pero no tiene nada extraño. Y además, él está castrado con lo cual no hay ningún riesgo.

Las especies, cuando cuentan con recursos suficientes a su alcance, adelantan la madurez sexual de los individuos. No hemos de olvidar que el fin último de la vida es perpetuarse. Así sucede con la propia especie humana. Las niñas vienen presentando menarquias cada vez más temprano, entre los nueve y los once años, cuando no hace muchos años esta situación estaba entre los doce y los catorce. Y seguramente si nuestras abuelas pudieran contarnos, nos dirían que era una situación más propia de los catorce a los dieciseis años. Es verdad, que para los humanos y nuestro entorno, la fuerte llegada de la inmigración, con personas de otras latitudes donde este fenómeno ya estaba mucho más adelantado, ha influido en la media como para situarla tan rápidamente, en términos evolutivos, en esas edades.

Las gatas caseras, y las gatas ferales bien alimentadas, pueden presentar celo desde antes de los seis meses. Y no perderlo en todo el año. Es cierto que en los meses de frío y en los que se reduce la luz del sol, octubre, noviembre, diciembre, enero, la gata debería naturalmente descansar, estar en período no estro. Pero en nuestras casas, ni se reduce la luz, ni hace frío. ¿Y en la calle? Bueno, el cambio climático está ahí.

Si hacéis cuentas, una gata con celo permanente puede llegar a tener cuatro camadas al año. Si los bebés se le retiran de forma abrupta, los pierde, o los abandona, o si todo va bien y los cría normalmente, en torno a las seis semanas, cuando ya serían capaces de salir adelante con una alimentación distinta de la leche materna, entrará de nuevo en celo. Hasi es de éstas.

Oki, no. Acaba de hacer los ocho meses, el día 25, y nuestra pequeña no quiere más que jugar y guerrear con su mamimadrasta, Hasi y su abuela, Zuri. 

Zuri, mi reina, es una gata vieja, que quiere poca guerra, pero que con Oki en casa, ha recuperado momentos de juego, que desde hacía mucho no le veía (sí, los gatos aprenden de otros gatos, e igualmente, son capaces de recuperar recuerdos). Cuando Oki quiere jugar/guerrear con ella, le dura la pelea lo que tarda mi reina en ponerle la pata encima. Y la princesa es tan lista como prudente, sabe que no hay nada más que hacer.

Con su mamimadrasta, Hasi, la relación es distinta. Oki ha sido su hija, la ha criado como al resto de los peques. Una semana, no creo que ni ocho días, tardó nuestra princesa en convencerla. Aunque con nuestra intervención humana, impidiéndole el acceso la mayor parte del tiempo, nos aseguramos de que Bruce, Txispas, Mrs. Tilly y Koper tuvieran suficiente leche materna para criarse tan hermosos y fuertes como son, Oki también chupó teta. Entonces, no puede evitar tratarla así, como su niña, una niña muymuymuy pesada. Porque Oki quiere seguir jugando/guerreando y me tumba y me revuelca a la pobre Hasi, a la que ya casi ha alcanzado en tamaño y superado en peso y energía. Y es que Hasi tiene puesta la energía y la atención en otro sitio: en ver si me dejo la puerta de la cocina abierta y se puede escapar a visitar a Ron.

Así las cosas, si para cuando haga el añito, Oki y Ron se entienden, dejaremos que estén juntos. Y cruzaremos los dedos tan expectantes como emocionados en espera del resultado.

Hace pocos días, Wendy, de GATOS SOÑDORES, me contó que en pocas semanas Yuna nos hará ¡¡tataragatibuelos!! Qué ganas, qué emoción. Estoy deseando ver a esos chiquitines. Nuestra clásica cabecita, nuestros ojos KATIUAK, con los cuerpos estilizados de los machos de Wendy. Deseando verlos, sí, y ver cómo evolucionan.


¿Entendéis ahora porque el 2021 tiene este hermoso azul en cada uno de sus días?




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