Adur y Shucco, divisando la calle
La dicha que ha traído el pequeño azulito, portador de la suerte, ha sido inmensa. Por un lado, él ha encontrado un fantástico amigo y compañero de juegos, correrías e insistentes peticiones de comida.
Estamos esperando...
en casa de una familia que está dispuesta a seguir cuidándole se resuelva como se resuelva la situación de Momo. Y por otro lado, tachán tachán:
¡¡Momo se está recuperando!!
Felicidades, familia(s). Y muchos, muchos años de cielos azules.
Bss
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