domingo, 28 de enero de 2018

En un lance de amor herido...

Érase una vez un caballero en un lance de amor herido...



¡¡El bueno de Ron!! Tiene la naricilla así de tatuada desde el verano pasado. Ya no se le va a quitar, evidentemente.

No, no creo que fuera Hasi. Ojo, que me puedo equivocar, pero me da que mi gatina es tan buenecita como su madre. Con una paciencia infinita para criar, la misma que hace falta para soportar los insistentes requerimientos de amor de tamaño galán.

Y me da que Tximist, sí. Más grande y fuerte, como él, con el mucho miedo que le tiene a todo, está acostumbrada a huir para defenderse de todos sus fantasmas, pero si el fantasma no te deja en paz...


Ron, el insistente, de perfil.                                                

¡¡Salud, EDDEM!!

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